“¿Por qué hacerlo fácil si se puede hacer difícil?”
Si bien lo paradójico de la pregunta mueve a la sonrisa, no por ello deja de resumir nuestra vida cotidiana y nuestra forma de ser. Falta de tiempo, objetos inútiles, habitaciones repletas, sentimientos negativos, vida alambicada… ¿No es momento de decir “¡Basta!”?